fasahionista

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barcelona

lördag 1 september 2012

http://bcove.me/stjpykhh Cómo lucir un traje: Estilo noche Una etiqueta cada vez más renovada. El esmoquin es el traje de noche por excelencia. En su versión clásica, está compuesto por una chaqueta recta o cruzada de color negro, azul oscuro, granate o blanco (este último sólo en verano) y un pantalón con una tira de seda lateral. Pero hoy vemos gran innovación en cortes, tejidos y colores. Zapatos de charol. Si seguimos la más pura ortodoxia, los zapatos han de ser de tro ópera pump. Pero también es admisible el zapato de charol con cordones (o hebilla, siempre que sea clásico) y el slipper. Camisa con gemelos. Imprescindible una camisa de manga larga conpuños dobles para llevar gemelos. Si nos ajustamos a las normas de protocolo, debería ser blanca o de color marfil muy claro, pero éste es un aspecto en el que , según el tipo de fiesta a la que acudas, puedes innovar -sin caer en la estridencia, claro-. Dependiendo de tu gusto, opta por una camisa lisa o una con lorzas o jaretas. El cuello ha de ser de pajarita. Fajín o chaleco. De seda o raso, suele combinar con la pajarita. si lo deseas, sustituye el fajín por un chleco según tu gusto personal, pero en ningún caso te pongas las dos prendas juntas. Tirantes, todo en su sitio. Dado el pantalón del esmoquin no admite cinurón, la única manera de mantenerlo en su sitio son los tirantes. No se verán mucho, pero que no sean un cantazo. Pajarita, aprende el nudo. El esmoquin se lleva con pajarita. Es una verdad tan tajante como irrefutable si nos atenemos a sufórmula clásica. De hecho, para los más puristas, vestirlo con corbata es una completa herejía. Pero en los últimos años esta tendencia es imparable en las pasarelas y las alfombras rojas más glamurosas. Así pues, decide en función del ambiente de la fi esta a la que estés invitado. Si fi nalmente te decides por lo más tradicional, es preferible que aprendas a hacer el nudo en vez de usar una pajarita prefabricada. Pañuelo de lino blanco. Si has llegado hasta aquí con la idea de un esmoquin clásico en la cabeza, busca un pañuelo de lino blanco y colócalo paralelo a la línea del bolsillo. De lo contrario, piensa en cómo combinarlo con camisa y pajarita. Botonadura personalizada. Una camisa personalizada con botones-joya es un signo de distinción –aunque no constituya un gesto especialmente económico–. En ese caso, los gemelos deben ir completamente a juego. 7 cosas que siempre deberías decir... Enamora con palabras ya sea a tu jefe, al camarero o a tu novia. "¿Acaso necesito una razón para hacerte un regalo?". A menos que efectivamente estés tratando de reparar con ese detalle algún agravio que hayas cometido –o estés a punto de cometer–, comprobarás cómo la espontaneidad y la generosidad son dos fabulosos afrodisíacos para las relaciones sentimentales. Y si ya quieres hacerlo en plan pro, cambia la frase por: "¿Acaso necesito un motivo para regalarte flores?". A tu mejor colega "Tal vez no quieras escuchar esto, pero creo que estás haciendo mal poniéndole los cuernos a tu novia". Puede que la relación de amistad se tense durante algún tiempo, pero como amigos tenemos el deber de recordar a nuestros íntimos la importancia de valores como la caballerosidad, la confianza y la fidelidad. Lo que hagan después es asunto suyo. Eso sí, cuando llegue la hora de llorar, siempre podrás entonar un "te lo dije". A tu médico "Tal vez no sea nada, pero siento como un bulto en mi…". Demasiados hombres mueren por enfermedades que son perfectamente tratables si se diagnostican a tiempo. Ante cualquier síntoma sospechoso, no tengas reparos, acude al médico y que te hagan una revisión completa. Sí, puede que incluya un tacto rectal, pero ya se sabe. A los 40 años, o es por placer o es el médico… A tu entrenadora personal "No te cortes, méteme caña, no escuches mis excusas ni me dejes flaquear en mis series de abdominales". No es que te la vayas a ligar haciéndote el Rambo, pero a los entrenadores les gusta ver que sus alumnos se lo toman realmente en serio. Además, si vas al gimnasio a vaguear, ¿para qué pagas 100 euros a la hora? Te saldría más barato tumbarte en el sofá y te evitarías la vergüenza de pasear tus michelines por el templo del culto al cuerpo. A la chica / chico que conociste por internet "Perdona que esté nervioso, pero es la primera vez que quedo con alguien que haya conocido en un chat". Si es verdad, mostrarás tu lado más sensible, empatizarás con tu cita –lo normal es que ella también lo esté– y despertarás su instinto protector. Si no lo es, conseguirás igualmente que se sienta especial y, por añadidura, evitarás parecer un depredador de la red que se pasa el día frente a la pantalla en busca de carne fresca. Al camarero de tu bar preferido "Puedes quedarte con el cambio". Un poco de calderilla no va a arruinarte y, además, no puede estar mejor invertida. Con esos cobres que acaban molestando en el bolsillo te garantizas un servicio eficiente y amable la próxima vez y, tal vez, alguna invitación que otra. Como bien sabían los emperadores romanos, ser amable con aquellos que te sirven la comida y la bebida no va a matarte; pero lo contrario, quién sabe… A tu jefe "¿Cómo podría hacerlo mejor?". Prestarte voluntario para realizar tareas que no te han sido asignadas, asumir responsabilidades y solicitar feedback sobre tu trabajo a tus superiores te dará más puntos de cara a un ascenso que la inacción y la parálisis por miedo a fallar. Si hubieras mantenido esta conversación hace diez años en la cama con tu pareja, tal vez ahora serías feliz con ella en lugar de estar pasándole una pensión.
Sí, ya estamos otra vez con Madrid Fashion Week. Llega el turno de la moda española y entre todas las propuestas se cuelan 16 shows donde la moda hombre tendrá su protagonismo. No es tarea sencilla ser un hombre de bien. Me explico, ciertos quehaceres y reglas se cumplen -casi- solas, supongo que por aquello de la educación y las patadas en el culo de mamá. No sé, la puntualidad o la mano en la cartera a la hora de pagar la cuenta. Pero otras no. Hablo de esas otras que exigen disciplina, vigor y decisión. Especialmente en verano. Y es que es difícil cumplir ninguna puta regla con este caló que afloja los sesos y los alquitranes, así que debe ser cierto eso de que la civilización es cosa del frío, que con estos trópicos solo hay sed de bartola y barriga. No de reglas. Pero no caeremos en los brazos de los cantos de sirenas disfrazadas de chatis con Ray-Ban y mojitos. Nosotros somos mejor que todo eso, ¿no? ¿NO? · Usted no es Dita Von Teese. Concretamente, ni tus pies ni tus dedos de los pies son lo de Dita Von Teese. Y no es que el arriba sea especialmente Taratiniano (ya saben, el colega está obsesionado con los pies) pero una cosa es una cosa, y otra cosa es otra cosa. Te lo resumo: las chanclas, en la arena o en el mármol de la piscina. Punto pelota. · Tampoco es Michael Phelps. Entiendo que con esto de las Olimpiadas y las 22 medallas tenga usted unas ganas locas de plantarse un turbo así sin miedo, con esa actitud tan crecidita y tan olímpica del “Qué narices!“, voy a batir mi propio récord de nadar hasta la boya y volver antes de que María pida las clóchinas. Pues bien, déjelo estar. Ahórrenos la estampa. · No es un bañador, es un traje de baño. Recuérdalo la próxima vez que se dirija a la señorita -ejem- dependienta de Zara y le plante usted un rotundo y masculino “Quiero un bañador“. Un bañador es un caballero que le ayuda a usted en el delicado arte del baño -¿Recuerdan el Príncipe de Zamunda?- y sí, ya sé que la RAE acepta el término pero ante la duda de la duda, mejor ninguna. · Lino. Sí pero no. El lino es más que un tejito, es una forma de vida. Una actitud, un nosequé. Pues bien, digo sí pero no porque hay quien -ha tenido la jodida suerte- de nacer para vestir pantalones y camisas de lino. Blanco nuclear, para más señas. Y esto no se entrena ni tiene que ver con la panza o los centímetros. Se tiene o no se tiene. Si usted lo tiene, adelante, no sea menos que Jack Nicholson o Colin Farrell. Pero si no lo tiene, ni lo intente. A lo más lejos que llegará es a Espartaco Santoni. · Patrick Süskind fliparía en Benidorm. Y digo Benidorm como podría decir los Caños de Meca o Sitges. Y es que tiene el verano la cualidad de ser un enorme atenuante en el tribunal de la higiene y las buenas costumbres. Al grano: si crees que en agosto tienes cheque en blanco para ser el cerdo que tienes enclaustrado desde octubre hasta junio… pues no. Más bien todo lo contrario. Tampoco hace falta ser un lince para averiguar la razón. · Septiembre en las puertas del juzgado. La estadística se repite, septiembre es el mes en el que más parejas se divorcian en nuestro país. ¿Le digo por qué? Por una sencilla razón: usted es inaguantable. Un primate lo suficientemente evolucionado para un máster en ICADE y un pisito con piscina comunitaria en Arganzuela, pero poco más. Así que es posible soportate un par de horas al día. Punto. Recuerda: no es necesario alzar la voz, ni encabronarte con el gorrilla, ni patalear porque no puedes ver el amistoso R. Madrid vs. Los Ángeles Galaxy ni mucho menos babear ante las gatitas de lo demás. Sea usted un hombre.